El 2006 fue la Revolución Pingüina, el 2007 la crisis del Transantiago, el 2008 la colusión de las farmacias, el 2010 el Caso Barrancones, el 20011 fue el escándalo de La Polar, la colusión de los productores de pollo, el movimiento contra HidroAysén y la movilización estudiantil, el 2012 fue la movilización de Aysén, el caso Agrosuper en Freirina, la suspensión del proyecto Castilla y más movilizaciones estudiantiles.

Para nosotros había un evidente descontento social que sumado a la poca credibilidad de las empresas también nos hizo movilizarnos.

En alianza con la consultora Gestión Social desarrollamos una propuesta que buscaba construir un Branding Responsable y Sostenible. Incluía una metodología de análisis y co-construcción que permitía a las empresas encontrar un propósito y construir relevancia social. Materializamos esa propuesta en el documento Construcción de Marca en los Tiempos de Hoy.

Como negocio fue un fracaso. En ese momento los aspectos comerciales — y no los sociales — eran la prioridad. Siete años después vino el estallido social.